sábado, 31 de agosto de 2013

En familia



No sé por dónde empezar. A lo mejor porque no sé qué decir, o no sé si debería decir algo. Además me pongo a pensar que si me pongo a escribir un post muy largo o a hablar de cosas fastidiosas  nadie va a terminar de leerlas y habré perdido mi tiempo. Pero bueno, tocar la puerta no es entrar y cada quien decide que hacer.

Bueno ahí voy. Comienzo por decir que todas las familias tienen problemas y que la mía no es la excepción.



En todas las familias hay un jefe de familia o dos (cuando papá y mamá viven juntos) normalmente ese jefe de familia sirve de “referencia” o “modelo” para que las nuevas generaciones aprendan y mejoren... Es así como padres y abuelos se convierten en personas sabias para ciertos jóvenes... Se pudiera decir que el jefe de nuestra familia es mi mamá.

En nuestra familia (como en todo el país) las mujeres son arrechas. Quiero decir, trabajadoras, emprendedoras, echa’as p’alante pues. De alguna forma, ese es el “modelo” que tenemos. Los hombres son unos vivos que se van o abandonan o simplemente no se interesan, y las mujeres son a las que les toca la “peor parte”. Y así es casi todo el país...

Uno de los problemas más graves de nuestra familia es que no tiene modelo, no hay jefe. O mejor dicho el modelo es especial y el jefe (la mamá) ha cometido tantos “errores” que para algunos miembros de la familia ya no tiene autoridad, ni voz ni voto.

Cada uno de nosotros hemos vivido experiencias muy variadas, más o menos dolorosas, más o menos placenteras. Recuerdo una frase que dije cuando era adolescente, dije : Yo nunca he sido feliz en esta casa. Durante un tiempo la frase se tomó como juego, y nos reíamos de la anécdota, supongo porque parece un disparate digno de un niño consentido.

Tiempo después y no sé porque, me volvió a la cabeza aquella frase y descubrí por qué la había dicho. Pues simplemente no estaba de acuerdo con lo que estaba viviendo, con lo que los adultos de mí alrededor me estaban haciendo vivir. Hoy en día entiendo que ellos tampoco podían escoger y para mi es más que una prueba superada. Es pasado!

Digo “vivimos”, porque creo que en las familias las vivencias y experiencias de unos son también las de los otros... aunque no lo halla vivido yo mismo, me toca y me deja una marca. Nuestra vida de familia ha estado marcada por varios acontecimientos. Entre ellos los divorcios, las rupturas, las separaciones. Pero también, los comienzos, las mudanzas, el esfuerzo, el trabajo y los estudios. Que sólo pueden traducirse como evolución, superación.

Yo digo que una familia es como un juego de copas : hay copas de champagne, de vino tinto, de vino blanco, de agua, etc. Como en las familias hay los abuelos, los padres, los tíos, los hijos y nietos. Y las vivencias son como el líquido que le metes a las copas. Cuando estrenamos una copa está vacía, pero podemos meterle muchas cosas, puede ser vino de la mejor calidad, pero también del malo, o simplemente agua. Este líquido puede transmitirse de una copa a otra (como de generación en generación) hasta que la copa se llena completamente y hay que vaciarla para comenzar de nuevo.

Lo que quiero decir es que a pesar de los problemas, el pasado, las vivencias, las carencias, los traumas, las discusiones y toda la mierda que le cae a uno encima (heredada, buscada o por casualidad) hay que buscar la forma que seguir adelante y continuar el camino lo más ligero posible. Es decir, si tienen algo que les molesta, no lo guarden, diganlo! Si lo dejan adentro solo les traerá resentimientos.

En esta vida hay que luchar, si, es verdad, hay que luchar.

Hay que luchar por lo que uno quiere, pero mientras más ocupada tenga uno la cabeza y el corazón pensando en problemas y reconcomios del pasado, menos tendrá tiempo y energía para descubrir que es lo que quiere en el presente y luchar por obtenerlo para ser feliz en el futuro. Comprenden?

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