sábado, 30 de diciembre de 2006

Los recuerdos


Las cosas en nuestra cabeza siempre son mejores, y no importa lo extraños o negativos que sean nuestros pensamientos cuando los escribes ya forman parte de la realidad quedan registrados como códigos de seguridad. Pero no pasa lo mismo al hablar (muchos de nosotros hablamos tonterías y otros solo hablan de ello) porque las palabras están en un plano intermedio, no son ni verdad ni mentira, son solo sonidos. Por eso los pensamientos y los recuerdos son tan valiosos, porque son lo que tu quieres que sean.


Una de los síntomas para reconocer cuando una persona ha dejado de interesarme es que aparece en mi cabeza, y puedo imaginarme cualquier hecho que involucre a esa persona, hasta fantasía sexuales; y aunque se espere lo contrario de un diseñador, mientras esa persona me guste lo suficiente para perturbarme no puedo recordar ni su cara, es algo que seguramente pertenece a ese chip de la cabeza que reconoce la realidad de la fantasía y las mantiene separadas.

Para que querría tener mi cabeza fantasía de una persona que tengo a mi lado? Debería ser suficiente con la realidad pero, no es así porque para eso tenemos los sueños, que son mas intensos que ella.

Contrario a lo anterior otro síntoma de indiferencia es que no recuerdo el olor de esa persona que ya no me interesa y si llegara a olerlo de nuevo en otra persona (nunca seria igual) no puedo asociarlo al recuerdo que me quedó, normal o no, esto apuntaría a que tengo un olfato poco desarrollado pero no es así. He hecho el experimento de oler el perfume de mi pareja y he logrado no solo excitarme sino crear una atmósfera de placer aunque me imagine a otras personas con ese olor. Por lo que para mi, recordar el olor de un amante es algo que se apreciaría mas que recordar el olor de la cocina de mamá, sin embargo mis recuerdos olfativos son un tanto domésticos.

La situación es mas complicada de lo que parece, porque esta actitud pudiera ser tomada por frialdad hacia los sentimientos de las personas no recordar lo que quieres sino lo que te conviene, esas cosas parecen típicas de personas calculadoras y comedidas, ambas cualidades que yo no poseo.

Entonces que esta pasando en mi cabeza?

No hay que tener terapia psicológica para notar que en mi cabeza lo que hay es un complot hacia el amor y todas sus manifestaciones, porque a pesar de ser una persona romántica y creer en el complemento (gin y gian) no he tenido la suerte de enamorarme, por lo que inconscientemente o no, no creo que haga falta todo el gasto energético que implica almacenar coherentemente como en una especie de ficha técnica a todos y cada uno de los amantes que he podido tener, y así recurrir a ese fichero imaginario cuando trato de recordar algo vivido, después de todo no han sido tan buenos los recuerdos ni tantos los amantes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay Saucisse: Me has hecho que vaya hasta abajo para ver de donde comenzó todo!! Es interesante lo que dices, pues yo si puedo recordar a mis amantes (que no han sido tan buenos ni tantos), y los puedo recordar no precisamente por sus olores....los recuerdo simplemente porque soy una persona que le encanta pensar en lo que ha hecho. Me fascina reirme de algo que ya pasó, como sentir la angustia que te da cuando vas a ver a alguien que deseaste ver....todavia recuerdo las mariposas en el estómago el día de mi primer beso (hace uuuuuh!!!); pero bueno, independientemente, el tener a tu lado a la persona ideal no debe ser motivo para dejar de fantasear, al contrario, es cuando salen a brote todas esas locuras que uno desea hacer con el amor platónico, sino no era "la persona ideal"....

Vivan lo suficiente para encontrar al bueno. Mientras tanto protéjanse !