domingo, 28 de enero de 2007

Venezuela - verano 2004


Por su puesto que el viaje a Venezuela bien merita un texto como los que a mi me gustan.
Y digo, era de esperarse, porque fueron muchas las emociones.

Primer avance.
Los momentos compartidos con mi familia, únicos, como siempre, y aquellos que pasamos con los amigos por pequeños que hallan sido, de bálsamo y descanso, aunque suene repetido, todo estuvo como hubiera querido que pasara, incluso por momentos tuve la impresión de haber hecho varios viajes y haber estado mucho tiempo en mi acompañada exploración...
Mas allá de los aplausos nerviosos de la gente embobada cuando al fin el avión aterriza sobre suelo Venezolano, todavía mas emblemático que lo que pretenden mostrar como típico en los videos de corpoturismo que te pasan en las lineas de autobuses privados y aun por encima de los repetidos intentos de joderte por parte de los transportistas (taxistas, camioneteros, lancheros, etc) que abarcan toda la extensión del territorio nacional, se encuentra lo que somos.
Si lo veo desde aquí, tengo que reconocer que somos junto con otros países una sola raza, la raza latina, aunque no conozco latinoamérica, tengo imágenes que vienen de todos lados, mi referencia de fiesta cubana o mexicana por ejemplo, tiene mucho que ver con las nuestras.
Quizás es por eso que no nos sentimos muy bien como nación ultimamente, tenemos tanta mezcla que no sabemos por donde empezar a describirnos... Creo que tendríamos que empezar por unirnos desde la supuesta igualdad latinoaméricana para que puedan luego salir todas las diferencias.
Hace poco alguien me impuso, con la respectiva explicación de horas que eso necesita, que la arepa era Colombiana y no Venezolana después de casi un ataque al final me dio igual, porque sentí que es mas o menos lo mismo... pero si me hubieran dicho que era Francesa, (como lo es el asado negro) le hubiese podido escupir la cara.
Estando en vzla discutía con el francés, porque él me decía que ellos aquí llaman a la mazorca de maíz, la muñeca de maíz(supongo que por las barbas que le salen por un lado) y me tuve que arrechar porque yo decía que eso se llama mazorca.
Después de un rato, no me quedó otra que reírme, cuando me insinuó que ellos tenían mas cultura que nosotros, y que si ellos la llamaban así, respondía a una cuestión de cultura (de ponerle un bonito nombre supongo), y yo terminé diciendo que si el maíz viene de América y en América se le llama mazorca, ese es el nombre y no otro, aunque culturalmente suene mas bonito...



En fin que cosas como esas te hacen pensar...
Bueno, que la idea no es ponerse Bolivariano...
Lo primero:
Mérida, excelente, la comida, los pueblitos, el verdor, el friito, la nieve, y el mal de Páramo, no es el frío lo que jode, sino la altitud.
Cool
Lo mejor: visitar por tercera vez el teleférico mas largo del mundo, uno de nuestros orgullos criollos y descubrir que es francés es indescriptible.
Que pena con ese señor!

Caracas, bella, que hacen falta todavía mas buhoneros para que uno no tenga ganas de caminarla (y no es una opinión de turista).
No importa que el centro y sabana grande huelan a pipí rancio con tal que no le prendan candela a El Avila, aquí también se mean donde les da la gana y a plena luz, lo importante es que la contaminación no se sienta.
Lo mejor: En la Quinta Anauco están un sofá y juego de tazas que pertenecieron a la familia que cosechó por primera vez el café, y en las cuales se bebieron el primer cafecito, de lo mas chic.
Es bueno saber que cada quien anda en lo suyo, independientemente del grado de dificultad.
La parrilla en el Junquito, deliciosa hasta la morcilla.
Nos quedamos con ganas de la música salsosa de casa de Nino.
Los dias de playa, alucinantes. En Puerto Cabello, Tucacas, Patanemo y Morrocoy, los colores brillan como cuando uno tiene las pupilas dilatadas... nunca pensé que nuestras playas fueran tan calientes, que agua tan rica.
Lo mejor: el kiosko “El Para Machete” con su sopa cortesía de la casa “levanta machete” es casi una experiecia religiosa!!
Y para el oriente, Anita, como siempre complice, todos quedamos como si fue ayer la ultima vez que nos vimos.
Me encanta!!
Puinare, el Faro y La Piscina no se quedan atrás, todos los corales están muertos, pero no importa, en todo el mundo pasa lo mismo, pareciera que nadie se da cuenta de lo que se le hace al mundo.





Todo por culpa del cochino petróleo...


Lo mejor: un full-day con mi papa en la finca a dos horas de Barcelona con cachapa con queso, conejo de monte, y picada de avispa incluida. Pobrecito el francés (eso es lo malo de ser catire) le dijeron por allá


Lo mejor de todo el viaje:


°Mi mamá pegando gritos en el aeropuerto el día que llegué...


° El francés regateando en su lengua cortá como los turcos en el mercado de Mérida por unos cojines de dos bolivares.


° El almuerzo millonario de 150mil en Mérida con Anita de invitada especial, la comida tampoco era del otro mundo, pero la pasamos bien, lastima de lo poquito.


° La fiesta de mi sobrina, de verdad muy emotiva, con grupo de cuatro, maracas, coral y demás instrumentos vocales... con un popurrí de canciones de mi infancia. El francés se sentía como dentro de una película de Almodovar y yo con la familia que nunca tuve.


Lo peor: Aerolínea Iberia

4 comentarios:

Biotica dijo...

Mejor recuento, imposible!!!!

Espero ansiosamente las vacaciones de agosto de 2006....

No puedo dejarte comentarios en todo lo que he leido, pero me ire poniendo al dia!

TQ Besitos :-)

Anónimo dijo...

Hola, por favor corrige la palabra aterriZa.

Un saludo.

Liz

Anónimo dijo...

Tuviste un buen viaje resumen de lo que somos los venezolanos, esperemos se temrinen de recuperar todos los espacios públicos para volver a querer del todo recorrer Caracas

Magalis Guaramato dijo...

eres gay?
no importa, eres sexy.

Vivan lo suficiente para encontrar al bueno. Mientras tanto protéjanse !