martes, 13 de febrero de 2007

Criollísimo

Gracias a mi cuñado, que tuvo la gentileza de enviarme un CD MP3 de Simón Díaz con chorrocientas canciones, como diríamos hoy en día “Simoncisimo” o “Mas Simón que nunca”, tengo dos domingos seguidos matando mi guayabo recreándome con mi desayuno criollo con cachapa de misia Juana (viva la industria), perico y un pedacito de queso que todavía me queda del año pasado y por si fuera poco, música venezolana que cae como anillo al dedo.


Cuando lo pongo, y lo pongo mas de lo que pensé, me doy cuenta que me encanta, gracias !... Me encanta la mandolina... y adoro el sonido raspaíto cuatro. Hasta el francés me dijo que estaba muy bonito y aunque no entiende nada escucha las melodías que son verdaderamente muy sutiles, como p’a que las vacas den leche pues.

Y ahí mismito me imagino en plenos montes... chiquito, a salvo, meciéndome en mi hamaca, cogiendo fresco. Dos segundos mas tarde, en Aragua de Barcelona, los pocicles, el carnaval jugando con agua, el loco Picá, las tetas de mangos, Melania, la carnicería del primo..., la casita de INAVI... Después otra ves el monte y el barrial... y las tres mil veces que nos quedamos pegados bajo la lluvia y con hambre y saboreo todavía aquellas galletas “horribles” de media luna rellenas con un patuque rojo, nuestro único sustento de aquellos interminables momentos. Me acuerdo que cada vez que nos ofrecían leche recién ordeñada el vaso estaba sucio y con un mosquero y el sabor maluco todavía me dan ganas de vomitar.
También me acuerdo de los muchachitos descalzos y casi chinos en pelota, los primos.

Todavía le busco el sentido a aquellos viajes. Todo eso no dura mas que unos segundos, ni siquiera a terminado la primera canción.

Luego me acuerdo de las “fiestas familiares” (aunque en ellas se oye mas ballenato que otra cosa) y las grandes borracheras, las cachapas y el trago amargo de tener que comer asadura o cochino-frito con bastante grasa y con las manos. Menos mal que a alguien, bendito sea, se le ocurrió inventar “Cachapa con queso’e mano” sin mas nada.

Y también me acuerdo de la que pensamos la ultima “reunión” por la estoy hoy aquí, creo...

Y no tengo la menor idea de porque el guayabo, no sé si se me salen las lágrimas oyendo “Mi querencia” gracias a María Teresa Chacín o solo porque tengo ganas de ir y no puedo o porque ahora si le presto atención a las letras y entiendo y me gusta. Será que el no estar allá me permite mirar objetivamente y comprender lo que dice el “Pintiparao”? A lo mejor es simplemente el invierno con sus fríos que se aproxima y yo exagerando como siempre.


En todo caso hoy sé, que todo eso “es conmigo” incluso el dúo de Tío Simón con Lila “Esperándote” y aunque nunca lo supe ese es mi patrimonio. Todas esas canciones también están en mis recuerdos, porque esos versos salen de todo eso que vivimos cuando éramos felices y no lo sabíamos, como digo yo.



Estar aquí, y eso creo que ya lo he dicho, me ha hecho entender que soy mas venezolano que la vaca mariposa y que aunque no pienso en eso todos los días, quisiera irme a un pueblo de esos botados por el carajo viejo, donde los muchachitos seguramente todavía están descalzos y casi desnudos y vacilarme unos toros coleaos con un fondo de verdaderos músicos folklóricos, como esos que venían a’qu’el primo para las grandes borracheras, de esos que no conocen letra, solo cantan lo que piensan y lo que ven. Y digo toros coleaos pensando que la única vez que fui a unos fui con mis hermanos y jamás con mi papa.

Los que me conocen deben extrañarse de tanta alharaca por tan poco, sobre todo por el interés por la música “llanera”... Y les cuento... El otro día le decía a una amiga que un día, aquí en la casa, después de una reunión de esas en las que quedan todas las copas y la vajilla sucias, fregando, me encontré cantando Reina Lucero ¡! ¿? Si si, nada mas y nada menos que “Carrao, carrao” su mas grande hit!! Y para mayor sorpresa mía, me la sabía casi toda!! Fregué, enratonao, pero con unas ganas! Y aquellos platos me quedaron como nunca!! No cabía en la cocina.

Gracias Reina!!

Ese día entendí que todo lo que uno escucha entra, aunque uno no lo crea, eso queda ahí y aunque no nos guste sale cuando uno menos los imagina... Les cuento esto para que paren la oreja, para que los recuerdos no los agarren desprevenidos 20 años después o mas.

Nada como un domingo de arpa, cuatro y maracas, por ahora en CD y con frío Ilán canta “Tonada de luna llena”.
Los que puedan, cómanse una cachapa bien hecha y no renieguen del llanero que tienen dentro, que todos tenemos uno aunque jamás hallamos ordeñado una vaca.

3 comentarios:

Biotica dijo...

Mijo! quien te ve y quien te vio!!! tu papa estaría orgulloso de ti si leyera esto... lo unico que falta es la foto de la "carimera" con la laguna de fondo.....
Pero en algo tienes razon: asi como dicen por ahi que hasta el mas blanco tiene su abuelita en el africa, nosotros llevamos una llanero por dentro que no debemos ni podemos renegar, porque se nos sale sin querer queriendo....

Lo de Reyna Lucero es un detallito...yo en estos dias me encontre cantando "agarrense de las manos"...asi que agarrate de tus raices!!!!

TQ :-)

Elier dijo...

Je je, muy bueno. Eso que comentas lo lei hace muchos años atrás en Doña Barbara.

Otro que lo agarra la nostalgia en Europa. Esto de andar revisando post no es gratuito. Mi programa de marketing criollo lo estoy engranando que da gusto..

Abrazos.

Saucisse dijo...

Pues es la realidad, cualquier parecido con la ficción es pura coincidencia ;)

Vivan lo suficiente para encontrar al bueno. Mientras tanto protéjanse !